No es que seamos exagerados explicar por qué deberías dejar de llamarle consolador al dildo. Vivimos en una cultura patriarcal que ha cambiado con los esfuerzos de miles de mujeres alrededor del mundo. Los efectos de vivir en una sociedad machista se reflejan en nuestro lenguaje con algunos términos sexistas.
Algunos datos sobre violencia contra la mujer antes de empezar:
- 35% de las mujeres han experimentado violencia física o sexual en el mundo
- Cada día, 137 mujeres son asesinadas por miembros de su propia familia
- En 2019, una de cada cinco mujeres de 20 a 24 años se había casado antes de cumplir los 18
Micromachismos: Un ejemplo es llamarle consolador al dildo
Utilizar palabras como consolador para referirse al dildo o a cierto tipo de juguetes sexuales tiene una connotación que radica en el machismo. Aquí te explicamos por qué.
La palabra tiene un poder que puede llegar a dañar nuestra autoestima o ejercer presión sobre nosotros. En algunos casos este tipo de expresiones puede pasar desapercibida, pero es a través del conocimiento, el cuestionamiento y el intercambio de ideas que se pueden ir cambiando las costumbres que dañan a las personas.
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Y quizá te preguntes, ¿por qué debería cambiar mi forma de hablar si no me considero machista o sexista? La respuesta es simple, por humanidad, esta se define como la capacidad para sentir afecto, comprensión o solidaridad hacia las demás personas.
Historia del consolador dildo
Hace muchos siglos, cuando no existía la modernidad y tanta investigación, un grupo de griegos “diagnosticaron” una enfermedad que afectaba solamente a las mujeres: La histeria femenina. Esta tenía supuestamente síntomas como irritabilidad, ansiedad y de acuerdo a médicos de ese entonces, la tendencia de las mujeres a causar problemas.
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Esta enfermedad llegó hasta Estados Unidos de América en el siglo XVI y muchas personas andaban por ahí diciendo que era una plaga peligrosa que podía ser tratada con un masaje manual en los genitales.
Y de ahí nació el consolador… Ahora correctamente conocido como dildo.
En 1880 un doctor llamado Mortimer creó este aparato como una cura de la supuesta histeria femenina.
Tuvieron que pasar aproximadamente 72 años para que la histeria femenina fuera descalificada como enfermedad. Sin embargo el machismo sigue presente en la actualidad. En estas épocas donde la tecnología y la ciencia avanzan, menos el comportamiento humano, se sigue utilizando el término consolador para referirse a los aparatos diseñados para dar placer.
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Aunque en algunos casos se conoce al dildo coloquialmente como consolador, una vez que sabemos esta información podemos hacer modificaciones en nuestro lenguaje. Dejar de utilizar expresiones machistas hará un ambiente más sano para todos. Y para las personas que utilicen dildos, habrá menos presión implícita por un acto de placer y amor propio como lo es la auto exploración y el conocimiento de nuestra sexualidad.
El término consolador evoca la idea de un consuelo a la soledad o ante la ausencia de una persona que pueda proveer placer sexual. Es decir, es como si le dijeras a alguien: Confórmate con una manzana, en lugar de una hamburguesa. El consolador se presenta como un plan B ante la falta del plan ideal A que sería un encuentro sexual con alguien. Como si descartara de facto que el utilizar un juguete sexual para obtener placer pudiera ser un Plan A.
¿La masturbación es mala?
Por otro lado, en el hombre la idea de la masturbación es aceptada sin cuestionamientos. No hay una expresión de soledad, sino que es autosuficiente. En el caso de los juguetes sexuales para hombres como las muñecas inflables no hay palabra que les critique implícitamente, simplemente son eso: Muñecas inflables. Y sirven para lo mismo: Obtener placer.
En conclusión… ¿Por qué deberías dejar de llamarle consolador al dildo?
Cuando hablamos de cambiar como sociedad, nos referimos a esto. Pequeños cambios hacen una gran diferencia. ¿Te imaginas que una persona deje de sentirse afligida o con culpa por sentir placer? Sin duda alguna, todos deberíamos considerar ser feministas.