Para ganar la lotería se necesita una muy buena suerte, para extraviar el billete, una muy mala, pero ¿por qué?.
La suerte es algo que lleva milenios rondando entre nosotros, sabemos lo que es la buena y la mala suerte, sin embargo ¿de dónde salió la creencia de la fortuna?. Para algunos, la suerte se encuentra en el azar, para otros en el destino y algunos tantos más acusan al comportamiento entrópico del universo para con su persona.
La palabra suerte viene del latín sortis que se refería a un lote de tierra destinada a la siembra. Dado que unas tierras funcionaban mejor que otras, pronto se generalizó el uso de la palabra para referirse a la buena o mala fortuna. Y ya que llegamos al origen de la palabra, vayamos al origen de las cosas que dan mala suerte.
Martes 13
La mala suerte asociada al martes 13 parte de dos culturas en realidad. El trece por la parte católica al estar relacionado a la última cena donde Jesús avisa de la inminente traición. Desde entonces se dice que trece personas en la mesa es de mala suerte. Por otro lado, que sea el martes en específico se debe al dios Marte, dios de la guerra. Por lo que combinar el trece de la traición con el dios de la guerra suena bastante dramático. Incluso se ha designado un nombre para la fobia al martes 13, “parascevedecatriafobia”.
Viernes 13
Como si un día de mala suerte no fuera suficiente, nos agregaron uno más. En este punto ya conocemos el origen de la mala fama del trece. Sin embargo, la del viernes no parece tener un origen religioso, sino comercial. El primer elemento conocido que apunta a su mala fama viene del libro “Friday the Thirteenth” de Thomas Lawson, donde un corredor de bolsa elige esta fecha para colapsar el mercado de valores. Por otro lado, en la década de los 80s daría inicio la saga de terror “Viernes 13” que terminaría culminando la infamia de la fecha.
Gatos negros
Los gatos no siempre fueron objeto de acusaciones, mientras que en algunas regiones son tratados con benevolencia, en otras regiones es todo lo contrario. En lugares como Europa y Norteamérica los gatos negros se vieron asociados con la brujería. Recordemos que estas zonas tuvieron una intensa actividad en cuanto a caza de brujas a tal grado que hasta la fecha permanecen en la cultura y las tradiciones. Su color también juega un papel pues el negro era normalmente relacionado a lo lúgubre y lo demoníaco.
Tirar sal
Tirar la sal probablemente tendría diversas explicaciones. La primera es que la sal en un inicio era un bien bastante cotizado, incluso se utilizaba como moneda de cambio. De ahí el origen del “salario”. Y por ende, cuando alguien derramaba la sal, estaba perdiendo las ganancias de su trabajo. La segunda, sería que la sal se utilizaba como conservador de alimentos, y por lo tanto representaría relaciones personales duraderas. Al derramar la sal se tendría el augurio de que una relación estaría próxima a terminar. Según el folklor popular, cuando uno sufre la desgracia de tirarla, lo más recomendable es tomar una pizca de la sal derramada y arrojarla por encima del hombro izquierdo. Todo sea para evitar decepciones amorosas e infidelidades.
Romper un espejo
La idea nació allá por el siglo XV cuando los espejos comenzaron a fabricarse de vidrio y una lámina de plata. Estos nuevos y perfectos espejos eran tan caros que solo las familias más acaudaladas podían adquirirlos. Éstos, amagaban a su servidumbre con la amenaza de que si rompían alguno de estos espejos trabajarían sin cobrar hasta que su salario cubriera el costo. Probablemente siete años era el promedio en que el costo sería cubierto con el salario del desafortunado manos de mantequilla.
Cruzar bajo una escalera
Una de las teorías de su origen apunta a Egipto. Las pirámides eran un símbolo del poder de los dioses y todo lo sagrado. Al pasar debajo de una escalera, que formaba un triángulo al apoyarse en la pared, se desafiaba a los dioses y todo lo sagrado. Una herejía.
La segunda teoría tiene más choerencia y llega en el medievo, donde irónicamente, casi todo carecía de sentido. En este caso, evitar pasar debajo de una escalera era más por seguridad que por superstición. En ese tiempo, al cruzar debajo de una escalera se corría el riesgo de que nos cayera encima el cuerpo de un ahorcado. Recordemos que esta sentencia estaba muy de moda y la forma de bajar los cuerpos después del escarmiento era usando una escalera. La mala suerte vendría precisamente al recibir por sorpresa un cadáver recién descolgado.
Al final, conocer de dónde vienen estas costumbres nos ayuda a comprender que la suerte sería una especie de construcción social. Y que su origen obedecía a necesidades o costumbres de la época, más que de librarse del maligno. La necesidad de atribuir a lo mágico aquello que no logramos comprender. Y que un gato no influye en el desarrollo de tu día por su simple color. Además eso sería racista, felinamente hablando. Y todas estas acciones rara vez tendrán la posibilidad de cambiar el curso de tu día, menos de tu vida.
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