Estas fechas son probablemente las más esperadas del año. Todo nos recuerda compartir, perdonar, amar al prójimo y abrir las puertas de nuestro hogar. Sin embargo, algunos se toman muy en serio estas palabras y lo llevan un poco más al extremo. No hablamos del familiar que se toma hasta el perfume, sino de pequeños y no tan pequeños acompañantes que deciden cantar uno o dos villancicos muy cerquita de nuestro corazón, o de nuestro árbol navideño para ser más exactos. Esta es una pequeña muestra de los animales que se han colado hasta el árbol de navidad.
Koala Clós
Por alguna razón Australia siempre tiene algo increíble y sorprendente que a nadie le sorprende. Nos hemos acostumbrado a que Australia es… Australia. En esta navideña ocasión, una familia se topó con que entre las decoraciones de su árbol había un intruso. Un joven koala que al parecer quería compartir el espíritu navideño y comer algunas hojas, desgraciadamente para él, era un árbol artificial. Lo más lógico y sensato, si es que la lógica y la sensatez existe entre las especies australianas, fue llamar a los servicios especializados en koalas (porque Australia).
A los encargados no pareció sorprenderles la noticia y acudieron al rescate, no está claro si de la familia o del koala. Además compartieron la historia en sus redes sociales:
“Esta noche, nuestro operador de línea directa recibió una llamada. Al principio pensó que era víctima de una broma. Pero no, un koala con un enorme espíritu navideño entró en la casa de una familia y decidió que quería ser el hada del árbol de Navidad. La familia no estaba tan segura y llamó al 1300 Koalaz para pedir ayuda. Gracias Amanda por las magníficas fotos y por asegurarse de que este pequeño koala cumpliera su deseo, aunque fuera solo por un tiempo”.
Y sí, tienen un número de emergencia específicamente para koalas. No para que los koalas llamen, claro está, sino para reportar a un koala en problemas.
Un búho como polizón
Una historia que bien podría no pasar de moda. La revelación de árboles de navidad es una tradición bastante esperada en muchos lugares, como Nueva York. El Rockefeller Center de Nueva York tuvo un invitado inesperado cuando iniciaban los preparativos del árbol de navidad. Entre las ramas del árbol había un pequeño y emplumado polizón. Con un viaje de 322 kilómetros a cuestas, se encontraba un búho sierra.
El pequeño estaba entendiblemente molesto, bastante hambriento y algo cansado por el viaje. Y ¿cómo no? es horrible viajar en fechas tan saturadas, él por lo menos no tuvo que registrar equipaje. El búho fue acogido por servicios animales quienes lo abastecieron de comida y el descanso que seguro necesitaba. Una vez que evaluaron su estado de salud y comprobaron que estaba bien recuperado fue liberado de nuevo a la naturaleza.
Una colonia de arañas
Cuando encuentras tu árbol de navidad ideal imaginas todo lo que pasará en casa con este árbol de fondo. Todo menos la invasión de pequeños seres con 8 ojos y 8 patas que tomen tu amado árbol como cuartel mientras comienzan a invadir cada rincón de tu casa.
Esto le sucedió a una reportera en San Francisco, quien bien podría ganar el premio al regalo menos navideño de navidad. Mediante un hilo de Twitter mostró el avance del incidente. Lo que en un inicio fueron un par de arañas casuales pasó a ser una reunión masiva de arácnidos. De todos los tamaños, colores y humores, las arañas simplemente fueron tomando el lugar.
La moraleja de la invasión arácnida es asegurarse de que el árbol está libre de habitantes poco deseables en tu chocolate de navidad. Además, insta a usar los vibradores para árboles, una máquina que agita al árbol para liberarlo de cualquier ser u objeto no deseado. Algo que la propia reportera acepta que no hizo en su momento y que bien podría haberle evitado un enfrentamiento tan… lleno de patas. Si esto no es suficiente para evitar la inminente invasión arácnida, solo quedaría quemar todo el lugar e iniciar de nuevo en otro sitio que no sea Australia.
Una serpiente tigre
Sí, vamos de nuevo a las historias de animales australianos. Este caso es de 2016, una mujer regresó a su casa y encontró un invitado poco deseado en su árbol de navidad. Entre las decoraciones había una guirnalda que no coincidía con las demás, porque no era una guirnalda, se trataba de una serpiente tigre. La mujer hizo lo que por lógica es lo más sensato, llamar a un especialista y pedir ayuda con animales en el árbol de navidad, algo que supondríamos no es muy común, pero hablamos de Australia. Las serpientes tigre no son el espécimen más tranquilo e inofensivo, al contrario, se les conoce por ser agresivas y contar un veneno bastante potente. Al lugar acudió la cazadora de serpientes Victoria Australia y logró retirar a la serpiente del árbol y así devolver la paz y tranquilidad que debería caracterizar a la navidad.
En estos tiempos donde el frío comienza a hacer sus apariciones es normal que los animales busquen un refugio cálido y seguro. Y en ocasiones el lugar ideal es un árbol de navidad y ciertas zonas de la casa. Lo más responsable que podemos hacer es llamar a servicios animales para trasladarlo a un lugar adecuado para ellos y evitar lastimarlos.
Fuera de la llamada a la responsabilidad y cuidado animal, cuéntanos tus experiencias de animales en el árbol de navidad. ¿Un perro en el árbol de navidad o un concierto de AC/DC en el pesebre? Todas las historias cuentan y seguro le animarán el día a alguien más.
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