La pandemia del COVID-19 obligó a muchos de nosotros a trabajar a distancia para contener su transmisión. Antes de que el virus transformara las dinámicas laborales, en el mundo ya se hablaba sobre las implicaciones de la tecnología en el futuro del empleo.
El trabajo desde casa tiene enormes beneficios; permite la flexibilización del horario laboral, incrementa la posibilidad de realizar más actividades personales durante el día, reduce o elimina el tiempo y costos de desplazamiento, reduce significativamente los costos operativos de las empresas, permite contratar a personas fuera de su lugar de operación y generalmente mejora la productividad de sus trabajadores.
Sin embargo, los beneficios de esta modalidad no están siendo del todo visibles para los trabajadores. Según la encuesta “Covid-19 y Home Office” el 41% de los mexicanos declaró que durante la contingencia trabajan más horas y permanece más horas conectados para atender asuntos profesionales. Por lo tanto, si bien uno de los beneficios del trabajo en casa es la flexibilización de horarios laborales, la mayoría están trabajando más horas. Como consecuencia, el 59% de los encuestados declaró que estaría dispuesto a trabajar desde casa solo una o dos veces por semana después de la reapertura y el 16% aseguró que definitivamente no lo seguiría haciendo.
Por otro lado, de acuerdo al Observatorio de Innovación Educativa del Tecnológico de Monterrey, trabajar desde casa durante la cuarentena ha ocasionado estragos en la salud mental de los mexicanos. Entre las consecuencias de trabajar en un ambiente de aislamiento está el incremento de un sentimiento de soledad, estrés y ansiedad. Una de las causas principales es la desaparición de límites claros entre el tiempo dedicado al trabajo y el tiempo personal. Es cierto que la pandemia del COVID-19 puede ser vista como una oportunidad para que los empleadores reconozcan los beneficios del trabajo desde casa y comiencen a aplicarlos. Sin embargo, nunca serán vistos como una opción viable para los trabajadores mientras los patrones no respeten los derechos laborales y límites en los horarios. El trabajo desde casa debe de estar acompañado por la garantía de los derechos laborales. Sólo así podrá implementarse exitosamente en México