Chernobyl en México: El accidente de radiación más grande

29/06/2020
Publicado por: folkU
Chernobyl en México. 
Tuvo su origen a finales de 1977 en el Centro Médico de Especialidades de Ciudad Juárez. El centro adquirió una unidad de terapia con una fuente de Cobalto-60. La unidad fue introducida al país sin cumplir con los requisitos de importación vigentes en ese año. 
Pero fue almacenada en una bodega hasta noviembre de 1983 cuando el Instituto Nacional de Energía Nuclear (IIMEN) autorizaba la importación y les otorgó licencia para uso y posesión de material radiactivo.

Dentro de la zona de exclusión de Chernobyl se encuentra el «Bosque Rojo», cuyos árboles adquirieron un tono rojizo después de absorber las dosis extremas de radiación del accidente nuclear de Chernobyl.

Según el procedimiento de inspección, el IIMEN prohibió el uso de este aparato. Esto se debe a que tiene que ser almacenado junto a fuentes radioactivas que podrían producir cambios o incidentes. Además, dado que no aparecía la unidad en registros, jamás se constató que reunía las condiciones para funcionar.

Chernobyl en México

En diciembre de 1983, el técnico de mantenimiento del Centro Medico de Especialidades, Vicente Sotelo, desarmó el cabezal de la unidad. Extrajo un cilindro que contenía el Cobalto-60. Esto lo realizo sin ninguna ayuda, causando una perforación y liberando cientos de gránulos de Cobalto-60. La dispersión abarcó el hospital y medio país, provocando así el accidente de radiación más grande registrado en México. También desembocó en una nueva etapa de seguridad nuclear para México y de relación bilateral con Estados Unidos.

Desarmado y dispersado

Una vez desarmado el aparato se vendieron las piezas en el depósito de chatarra ‘El Yonke Fénix’. Este depósito se encargaba de vender materia a empresas de acero para fabricar material de construcción. Las varillas corrugadas eran su principal producción.

Utilizadas en construcciones, se exportaron a E.U. en enero de 1984 varillas y bases metálicas de materia contaminada.

El camión que llevaba el material circulaba por la carretera del estado de Nuevo México, Estados Unidos. Extravió su ruta y al intentar volver a ella transitó por las cercanías del laboratorio Los Álamos. Estos laboratorios contaban con varios detectores de radiación nuclear, que notaron la presencia de radiactividad en el vehículo.

Tiempo después las autoridades de Estados Unidos llegaron a la conclusión de que el material contaminado fue comprado por la empresa Achisa a Aceros de Chihuahua.

Ésta era cliente principal de ‘Yonke Fénix’, así que notificaron a las autoridades mexicanas que confirmaron la amplia dispersión del

Además las medidas que se tomaron fue detener la producción de ‘Yonke Fénix’ y dejar de distribuirlo a las empresas ligadas.

Así fue clausurado el lugar y tomadas medidas para reducir la intensidad de la radiación.

Para el propósito de descontaminación en la empresas de acero y yonke se utilizó personal de la misma. Estas cuadrillas utilizaban sólo palas y bolsas de plástico para material contaminado.

Consecuencias hoy

Se estima que para ese entonces se habían fabricado alrededor de 1,000 toneladas de varilla contaminada. Perdidas en por lo menos 15 estados de la República en más de 17 mil en construcciones.

Meses después se decidió crear un cementerio denominado La Pedrera, en donde existen alrededor de 16.000 mJ de tierra contaminada. Más de 60 empleados siguieron viviendo y trabajando por meses en la zona más contaminada sin saberlo.

Hoy en día viven con mutaciones causadas por radiación.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.