Oregon despenalizó la posesión de drogas duras. Así, los residentes de esta región de Estados Unidos ya no enfrentarán arrestos ni sentencias de prisión por portar pequeñas cantidades de sustancias como cocaína, heroína, oxycontin y metanfetamina.
La medida, aprobada en casi un 60 por ciento, sienta bases para que las personas con adicciones reciban tratamiento en lugar de ser encarcelados. Esto es particularmente significativo porque la posesión de drogas es el arresto número uno en los Estados Unidos.
Convirtiéndose en el primer estado en adoptar un plan para reducir drásticamente los arrestos por drogas, este martes, cuando también se votó por el presidente de Estados Unidos, Oregon despenalizó la posesión de drogas duras, mientras que en otros cuatro estados se legalizó la marihuana con fines recreativos.
Oregon despenaliza la posesión de drogas duras
La cantidad de droga permitida para que porte una persona variará según la sustancia. La producción y venta de droga seguirá siendo ilegal. Según la proposición, lo que se busca es mantener a los adictos a las drogas fuera del sistema de justicia penal.
Oregon también legalizó los hongos psicodélicos con uso terapéutico y para personas mayores de 21 años que sufran de condiciones como depresión, adicción y ansiedad.
Modificaciones para legalizar las drogas duras
Para las personas que sean atrapadas en Oregon portando grandes cantidades de droga, la pena se redujo de cargo por delito grave a un delito menor, con una multa de 100 dólares o tratamiento gratuito de rehabilitación, que será financiado con ingresos fiscales de la industria del cannabis, legal en el estado.
Nueva Jersey, Arizona, Montana y Dakota del Sur votaron cada uno para legalizar la marihuana recreativa, uniéndose a otros 11 estados. Washington D.C. ya lo había hecho, mientras que Mississippi la legalizó para uso médico. En total, 15 estados han despenalizado el uso recreativo de la marihuana desde 2012.
Este cambio en las leyes de Oregon seguramente inspirará a otros estados a seguir su ejemplo y tener sus propias políticas de despenalización de drogas que prioricen la salud sobre el castigo.
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