FEMINICIDIOS Y VIOLENCIA DE GÉNERO. ¿Has caminado en la calle con miedo a ser agredida? ¿Tomaste un taxi con la incertidumbre de quizá no llegar a tu destino? ¿Has sentido temor de que tu pareja te haga daño? ¿Temes que quizá un día no puedas regresar a casa o no vuelvas a ver a tu familia?
Ser mujer en México implica no solamente estar en condiciones de desigualdad y desventaja frente a los hombres y ser discriminada en múltiples aspectos. Ser mujer implica no estar cada vez en mayor riesgo y, para muchas, vivir constantemente con miedo.
¿Violencia de género?
En los últimos años hemos escuchado hablar con mayor frecuencia de la creciente violencia de género contra las mujeres en nuestro País. ¿Pero qué significa esto?
La Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia la define como “cualquier acción u omisión, basada en su género, que les cause daño o sufrimiento psicológico, físico, patrimonial, económico, sexual o la muerte tanto en el ámbito privado como en el público”.
Estos tipos de violencia pueden darse en todos los ámbitos.
Desde el familiar, en el trabajo, en la escuela, en la comunidad e incluso por parte de las propias instituciones de gobierno.
Feminicidios
Pero sin duda, la manifestación más grave de violencia extrema contra la mujer es la violencia feminicida.
Los feminicidios se definen como la muerte violenta de mujeres por razones de género. De acuerdo con el Código Penal Federal, se acredita bajo siete circunstancias:
- Que haya signos de violencia sexual
- Que la víctima presente lesiones o mutilaciones
- Antecedentes de violencia contra la víctima por parte del agresor
- Si existió una relación entre ellos
- Si hubo amenazas, acoso o lesiones
- Si la víctima fue incomunicada
- Si el cuerpo es expuesto en lugar público
Para entender cómo ha crecido esta problemática basta con ver las estadísticas de este delito en los últimos años. Mientras que en 2015 se registraron 426 víctimas de feminicidio, para el 2019 la cifra fue de mil 12. Los estados con más casos fueron Veracruz, Estado de México, Ciudad de México, Nuevo León y Puebla (Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública).
A menudo escuchamos argumentos para minimizar esta situación, como el hecho de que a los hombres los matan más. Sí, hay más homicidios dolosos de hombres, por lo general cometidos por otros hombres. La diferencia es que en estos casos a las mujeres las asesinan con tal saña por cuestiones de género, es decir, precisamente por el hecho de ser mujeres.
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Otros delitos
Pero no sólo se han incrementado los feminicidios sino también otros delitos y agresiones donde las víctimas son principalmente mujeres, como se ve reflejado en los registros oficiales de denuncias y en las llamadas de emergencia al 911 por incidentes de violencia contra la mujer.
Además de 2015 a 2019, las víctimas mujeres de homicidio doloso, donde registran el resto de los asesinatos de mujeres que no son catalogados como feminicidios, crecieron cerca de un 63 por ciento.
Mientras que las carpetas de investigación abiertas por casos de violencia familiar se dispararon un 61 por ciento en el mismo periodo, las de violaciones crecieron un 37 por ciento; en abuso sexual y en hostigamiento, los registros oficiales arrojan que los casos prácticamente se han duplicado, y la incidencia de acoso se ha cuadruplicado.
El alza en estos delitos se da pese a que en muchas ocasiones las víctimas no presentan denuncias por temor hacia sus agresores, por lo que la incidencia real de esta violencia sería aún mucho mayor.
El clamor
En este contexto de violencia contra las mujeres, y de casos que muchas veces quedan en la impunidad y donde los agresores no reciben castigo alguno, ellas decidieron alzar la voz y salir cada vez con mayor fuerza a las calles para visibilizar esta problemática y exigir dejar de ser violentadas y justicia por las que ya no están.
En 2019, hace un año, miles de mujeres levantaron la voz alrededor del mundo para denunciar públicamente y en redes sociales a sus agresores por casos de violencia sexual -como acoso, abuso y hostigamiento- particularmente en sus ambientes laborales, y México no fue la excepción.
Este año, donde hasta mayo hubo 385 víctimas de feminicidio y mujeres desaparecen y son violentadas cada día, ha sido histórico por las movilizaciones realizadas en todo el País, particularmente el 8 de marzo, en el marco del Día Internacional de la Mujer, y por el paro nacional que realizaron al día siguiente, #UnDíaSinMujeres, impulsado por grupos y colectivas feministas, para concientizar sobre lo que aportan y la violencia, desigualdad e inseguridad que viven actualmente.
Sin respuesta
Aunque las autoridades -que ven la violencia contra las mujeres como un problema estructural y sistemático en nuestro País- han implementado “estrategias” y medidas, como las denominadas alertas por violencia de género, éstas han sido insuficientes para frenar la problemática de feminicidios e incluso en algunos lugares donde se han decretado ha aumentado la incidencia.
Los feminicidios y la violencia de género no ha disminuido ni siquiera en estos tiempos de pandemia. En los primeros cinco meses del año, en plena etapa de confinamiento por el Covid-19, ha crecido el número de asesinadas, se han disparado los feminicidios en 17 estados del País y han aumentado las llamadas de emergencia al 911 por incidentes de violencia contra ellas. Una crisis que se agudiza y parece no tener fin.