Billie Mode

09/08/2021
Publicado por: David Alfonso Estrada

Todo tiene sus mareas. Todas las cosas se elevan y caen. El vaivén del péndulo hacia la derecha es el mismo vaivén hacia la izquierda; el ritmo compensa. El quinto principio hermético incorpora la verdad de que en todos los fenómenos del universo hay siempre una acción y una reacción, un avance y una retirada.

En el confinamiento actual hay también una oscilación rítmica de un polo al otro. El nuevo álbum de Billie Eilish, Happier Than Ever, que vio la luz pública hace una semana –como la misma artista de diecinueve años declaró– tuvo su mayor inspiración poética durante esta pandemia que, entre mutaciones, parece nunca terminar.


Billie Eilish Happier Than Ever

Después de dos trabajos discográficos bastante originales para un mundo del pop que no lograba en años sorprender a nadie, este nuevo proyecto entre Billie y Finneas –su hermano inseparable y productor musical– no es la excepción. Con su estilo de susurrarle al micrófono, su electrónico downtempo y sus letras casi a modo de confesión, este también es un álbum que atrapa del track uno al dieciséis.

Menos gótica, menos borderline; Billie continúa mostrándose natural en esta nueva etapa. En sus temas Dios sigue siendo mujer. Enamorada de su futuro, habla de su maduración, de su autodescubrimiento. Genera oxitocina. Denuncia los abusos de poder, la misoginia, el body shaming. Expresa su alegría por una relación terminada en por lo menos tres canciones, la más emblemática, la ópera rock que da nombre al disco. Y hasta nos entrega un bossa nova sobre un amorío secreto, según ficticio.

En Spotify hay una lista de reproducción que se titula Billie Mode en la cual podemos escuchar el álbum como Eilish lo concibió de principio a fin. Probablemente no tendrá el mismo éxito que su anterior When We All Fall Asleep, Where Do We Go?, que la rompió en todas las listas de popularidad y premios; es imposible lograr otra vez lo conseguido con Bad Guy. Sin embargo esto no quiere decir que en esta nueva producción no toque las mismas fibras emocionales y nos mueva el esqueleto. Por lo menos, merece una hora de nuestro tiempo.


Billie Eilish Finneas