Un rayo caído del cielo se pinta en la mitad de su rostro apoderándose de su esqueleto. Es un espíritu jupiterino que posee tanto su lengua, sus cuerdas vocales y su diafragma, como los músculos de sus brazos, piernas, cadera y sexo. Relampaguea y vuelve a cambiar de alter ego. Ahora embiste la realidad como un extraterrestre que pasa de interesante a icónico.
En sus canciones corta y pega los mitos egipcios, muda de piel como una serpiente; embellece, da esperanza, viaja al espacio y regresa galáctico, camaleónicamente me pone a bailar en mi habitación. Su música parece tan íntima que rara vez la disfruto acompañado. Su leyenda es tan grande que me hace pensar que yo también seré una. Está lo clásico, lo moderno, lo postmoderno, y está David Bowie.
Cuando un artista cambia de estilo de manera tan drástica, rara vez es tomado de buena manera, sobre todo por sus mismos seguidores, sin embargo, David Bowie increíblemente en todas sus facetas cautivó tanto a fanáticos como a críticos y a otros artistas que lo pusieron siempre como un referente de cómo llevar a cabo una carrera artística manteniéndose fiel a sí mismo. Rock, pop, glam, no hay término que defina su carrera.
Como cambiaba de atuendo cambió de sonido. Las personas que lo conocieron de cerca cuentan que por un periodo en su vida, Bowie solo usaba su ropa una vez. Después de vestir una prenda le prendía fuego. Siempre fue demasiado cuidadoso con las energías al grado de convertir al cambio en un método.
Pasó de un pop teatral a un folk psicodélico a reinventarse como un personaje andrógino rey del glam rock. Luego renació como un precedente del punk, un futurista postapocalíptico con sintetizadores que pronto cambió por un pop romántico a una música electrónica mezclada con rock alternativo y, mientras su pasión cinematográfica crecía junto con un cáncer hepático desconocido por todos, terminó su obra como un jazzista ácido y rockero, después de todo, uno de sus amores escondidos (a la par de la pintura y los libros) siempre fue el saxofón.
Como su biografía está bien relatada en su página de Wikipedia, aquí te comparto 5 datos curiosos para adentrarnos en su universo pues, mientras más se le conoce a alguien, más se le quiere y admira.
Cambió su nombre para no ser confundido
David Bowie nació en Londres el 8 de enero de 1947 como David Jones. Pero mientras se preparaba para embarcarse en su carrera musical, detectó un pequeño problema: Davy Jones era el nombre del cantante principal de Los Monkeys, una banda muy conocida en la industria en esa época.
Por temor a que lo confundieran, David Jones se cambió el apellido a Bowie en honor al cuchillo Bowie, un arma de caza y defensa con 30 centímetros de largo, 5 cm de ancho y 0,6 cm de grosor.
Cuando le preguntaron que por qué Bowie, el cantante respondió que el versátil cuchillo “cortaba por ambos lados” pues en su mango tiene otra cuchilla.
No, Bowie no tenía heterocromía iridium
Mucha gente afirma que David Bowie tenía heterocromía iridium, una condición genética que resulta en tener los ojos de diferente color, sin embargo se equivocan.
A la rareza ocular que Bowie tenía, se le conoce en el mundo médico como aniscoria, una asimetría del tamaño de las pupilas, es decir, una pupila permanentemente dilatada.
Esta anomalía le sucedió a Bowie cuando tenía 15 años al pelearse con su amigo, George Underwood, quien posteriormente colaborara con el cantante para diseñar algunas de sus portadas, como la de su disco más famoso The Rise and Fall of Ziggy Stardust and The Spiders from Mars.
Su primer éxito estuvo perfectamente a tiempo
El 11 de julio de 1969, Bowie lanzó el sencillo Space Oddity, un juego de palabras que hacía referencia a la película de Kubrick Space Odyssey, y es que, en inglés, oddity significa rareza –la canción trata acerca de un astronauta (Major Tom) que viaja al espacio y que corta su comunicación con la Tierra para aventurarse entre las estrellas–.
El momento no pudo haber sido mejor. Cinco días después de su lanzamiento, el 16 de julio de 1969, durante la cobertura de la BBC del alunizaje del Apolo 11, la canción fue el tema que eligió la televisora para promocionar tal hazaña.
De aquí en delante, Bowie despegaría su carrera no solo como un artista reconocido sino como el ícono musical de una era.
Por un tiempo, tuvo miedo de que un mago pudiese robar su orina
Cuatro años después de su período como Ziggy Stardust –personaje que afectó seriamente su cordura–, Bowie se convirtió en el Thin White Duke (el Delgado Duque Blanco), y fue durante este tiempo que luchó contra las drogas y problemas emocionales.
En el libro de David Buckley, Strange Fascination: David Bowie, The Definitive Story, el autor narra que para 1975, Bowie vivió “una existencia capullo, desconectado del mundo real”.
Subsistió con una dieta a base de pimientos y leche, y tenía comportamientos tan extraños como el de almacenar su orina en un refrigerador para que “ningún otro mago pudiese usarla en su contra para encantarlo”.
Blackstar a dos días de su fallecimiento
El 8 de enero de 2016, coincidiendo con su cumpleaños número 69, fue lanzado el vigésimo quinto y último álbum de David Bowie.
A los dos días, se anunció su muerte y Blackstar fue el disco más vendido de Bowie.
En su primera semana se agotó en Amazon y obtuvo el primer puesto en la lista de descargas de iTunes. En 25 países se convirtió en el primer álbum de Bowie en llegar a la primera posición de la lista Billboard y fue aclamado por la crítica como un disco extraordinario que apuntaba hacia el futuro.
A cinco años de su partida, es la sugerencia musical de este mes.
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