LA HISTORIA DEL CAFÉ, LA BEBIDA DEL DIABLO

01/10/2020
Publicado por: David Alfonso Estrada

El azúcar y el chocolate fueron las sustancias con las que hice mayor simbiosis en mi niñez. Durante mi adolescencia el tabaco y la Coca-Cola fueron los químicos favoritos de mis neuronas. Luego la marihuana y el LSD se convirtieron en mi gratificación dopamínica más buscada. Después la cerveza y el Prozac. Ahora a mis casi 36 años, el café es lo único que no puede faltar en mi alacena.

Una mezcla entre arte e industria ha catapultado al café como la segunda mercancía más comercializada en el mundo –superada solo por el petróleo–, y ha hecho de esta bebida el elixir que ordena a su alrededor los rituales matutinos de miles de millones de personas que tomamos café, y luego existimos.


Historia y curiosidades del café. Origen del café. ¿Qué es el cinturon del café?Beneficios de tomar café. Tipos de café. Cafeterías en Monterrey.

Los estudios científicos sobre las propiedades del café han terminado con la mala reputación que le precedió por siglos y nos ha dado a los amantes de esta bebida una perspectiva más favorable.

De acuerdo a investigaciones recientes, además de inhibir el neurotransmisor principal que promueve el sueño –la adenosina–, el café también reduce las posibilidades de sufrir depresión, mejora el rendimiento deportivo, ayuda a perder peso, aumenta la memoria y disminuye el riesgo de padecer diabetes y enfermedades hepáticas.

Incluso varios científicos argumentan que, por el contrario de lo que se cree, también combate el mal aliento, porque (sin leche) impide el desarrollo de las bacterias que originan la halitosis.

Se estima que a diario más de 2 mil millones de tazas de café son servidas, lo que hace de esta bebida –solo después del agua– la más consumida alrededor del mundo. ¿Pero cómo es que el café se popularizó tanto?


Historia y curiosidades del café

Sobre el origen del café existen dos historias probablemente apócrifas pero muy peculiares.

La primera cuenta que en el año 300, en Etiopía, vivía un cuidador de cabras que se pasaba los días componiendo canciones con su flauta.

Una mañana sus cabras estaban más contentas que de costumbre. Corrían, brincaban y muchas hasta bailaban. Entonces notó que sus animales masticaban las pequeñas bayas rojas de una planta que jamás había visto. El hombre decidió probarlas, sintió un efecto energizante y se puso a bailar con sus cabras.

Emocionado por su hallazgo, el cuidador de cabras regresó al pueblo donde vivía y fue con el jefe de los monjes a llevarle los frutillos rojos que tanta energía le habían dado. El monje vio los frutillos, le dijo que no se los comería y los tiró a una fogata.

Al quemarse los frutos, un aroma agradable cautivó los olfatos de los dos hombres. Se les ocurrió molerlos. Los mezclaron con agua caliente. Sacaron un par de recipientes cóncavos y saborearon juntos el extraño y adictivo brebaje.

Si esta historia fue real es algo que nunca sabremos. Lo que sí sabemos es que la planta de café proviene de Etiopía y que sus frutos carnosos y rojos –conocidos como cerezas de café– crecen mejor a la sombra en las zonas tropicales.


Efectos del café

La otra historia famosa sobre el origen del café data del siglo XV y ocurrió en Yemen.

Cuentan que un médico brujo (nadie explica por qué) fue exiliado de su comunidad y terminó en el desierto. Hambriento y desesperado, un día agarró los frutos rojos de una planta que nunca había visto y se los comió pero no le gustaron. Entonces hizo una fogata y, en el único recipiente que tenía, hirvió los frutos con agua.

Con esta nueva bebida, el médico brujo recobró sus fuerzas y regresó a su pueblo con la intención de ser aceptado otra vez. Tan pronto les dio a probar el brebaje a los ancianos, todo quedó en el olvido y volvió a la vida de la que fue desterrado.

Al igual que la primer historia del cuidador de cabras que se puso a bailar, tampoco sabemos si la historia de este médico brujo de Yemen fue real. Lo que sí sabemos es que en el siglo XV, en los monasterios Sufistas de Yemen, los monjes consumían lo que ellos denominaron como Qahhwat Al-Bun, que en árabe significa Vino del Grano.


Origen del café

De monasterio en monasterio, el café se expandió hasta llegar a Europa a finales de los 1500. Los holandeses fueron los primeros en tener plantaciones en Sri Lanka, de donde lo exportaron a los demás territorios occidentales.

Sin embargo, como el café tenía orígenes islámicos, fue mal visto por la Iglesia católica y prohibido para los buenos cristianos tras considerarlo un brebaje pagano, nombrándolo como La bebida del Diablo. Hasta que el Papa Clemente VIII, a principios del 1600, dio su celestial veredicto: el café (al igual que los monaguillos) es la mamada.

Para convencer a la comunidad católica de que el café no haría que el Diablo los poseyera con mayor facilidad (no es broma), el Papa bautizó a los granos de café y los proclamó libres del Diablo.


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Las primeras cafeterías aparecieron a principios del siglo 15 en la península arábica. Eran lugares donde la gente se reunía para jugar, escuchar música y discutir situaciones políticas.

Los europeos copiaron a los musulmanes y establecieron sus propias cafeterías. La primera que se abrió fue en Venecia en 1645, seguida de la Oxford en 1650 y otra en Londres en 1652.

Pero a diferencia de las tabernas que ya existían en su praxis occidental, las cafeterías fueron consideradas como un espacio para los intelectuales.

En Gran Bretaña, a las cafeterías las nombraron Penny Universities, porque por un centavo cualquiera obtenía una taza de café y tenía la oportunidad de formar parte en conversaciones que le ponían a girar el hámster.

Según la comunidad de doctores ingleses de ese tiempo: el café era la panacea. No solo era el lubricante social ideal para las conversaciones elevadas, sino que también –de acuerdo a un tratado médico de 1652– el café curaba el dolor de cabeza, enfermedades pulmonares, la gota, el escorbuto y prevenía los abortos.


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Para los 1700, el café ya era LA bebida de todos los países a los que había llegado. Algunos historiadores hasta se atreven a decir que la Revolución Francesa nunca hubiera ocurrido sin la aparición del café.

El siglo de las luces y la popularización del café fueron de la mano. Dicen que Voltaire –uno de los principales representantes de la Ilustración– se bebía hasta ochenta tazas de café al día.


Datos del café: Voltaire se bebía hasta ochenta tazas de café al día

En 1790 el café llegó a México por el puerto de Veracruz desde las Antillas. La primer cafetería mexicana (que en ese entonces aún era la Nueva España) abrió en 1798. Se llamaba Café Menrique y estaba ubicada en la calle Tacuba, en el Centro Histórico de la Ciudad de México.

No obstante el chocolate era más preferido por los habitantes y la cultura cafetera tardó años en desarrollarse. Las primeras cafeterías en nuestro país eran más bien lecherías, en las que también se vendían helados.

Después de la Independencia de México, en las cafeterías empezaron a vender también alimentos y así fue como se popularizaron. Tras una comida corrida, un buen café hacía las tertulias más agradables.


Métodos de preparación de café

Hoy existen solo 4 variedades de café –Arábica, Robusta, Libérica y Excelsa– y todas crecen en lo que se conoce como el Cinturón del Café, la región entre los trópicos de Cáncer y Capricornio, donde el clima es ideal para que la planta se dé.

Según la Organización Internacional de Café se producen al año 10 mil millones de kilogramos de café en todo el planeta, siendo Brasil el mayor productor a nivel mundial (1).

La variedad de café más consumida en la actualidad es la Arábica. Representa el 60% del mercado. Por lo general, es el tipo de café que se planta en Latinoamérica y se distingue por su sabor dulce y frutal pero ligeramente ácido.

La segunda variedad más común es la Robusta. Este es el tipo de café que vemos en los supermercados y las tienditas de la esquina. Crece en África e Indonesia y contiene una alta concentración de cafeína, lo que le da un sabor más amargo.

Los cafés Libérica y Excelsa crecen solamente en ciertas partes del sureste de Asia y representan un mínimo porcentaje del café que se consume en el mundo, por lo mismo, son los más caros.


Café

A partir de 2015 cada primero de octubre se celebra el Día Internacional del Café, ocasión que se utiliza para promover el comercio justo, crear conciencia sobre la situación difícil de muchos de sus productores, y disfrutar de una taza o dos.

Y aunque dicen que el placer no está en el café sino en la compañía; todos mis pensamientos giran alrededor del café. ¿Quién es un adicto? –pregunta Narcóticos Anónimos.


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