Los efectos negativos del porno en el sexo y en el cerebro. El sexo continúa siendo un tabú vigente en nuestro día a día. Aunque estemos muy familiarizados con él. A muchos les sigue pareciendo gracioso escuchar la palabra “pene” en una conversación. Y muchas otras personas se sonrojan si escuchan la palabra “vagina” y prefieren ponerle sobrenombres para evadir un tanto la pena.
Si todos nacimos de una relación sexual y es algo tan normal, ¿por qué le sacamos la vuelta? Ahora bien, si el camino al placer es la liberación y uno de ellos es conociendo el sexo como forma de relacionarnos con la persona que deseamos -siempre y cuando nos cuidemos-, ¿por qué nos daría pena la posibilidad de dialogarlo?
Quizá en lugar de ver tanta pornografía, puedas empezar a disminuir su consumo y estimular la imaginación con otro tipo de contenido. O en caso de tener problemas de relaciones sexuales con tu pareja, puedes ponerte a experimentar con otras prácticas kinky que te ayudarán a revivir la llama de la pasión.
Estar informados también es protección sexual
Mientras continuemos evadiendo estos temas, más complicado será que los jóvenes se protejan. Ellos son los grupos más vulnerables al estar expuestos a la hormona de la pubertad que explota al primer roce con la intimidad.
Dicho en otras palabras: La mejor manera de protegernos es informarnos. Tanto de los métodos de protección sexual para prevenir enfermedades de transmisión sexual y de embarazos no deseados.
Aunque no hay edad para iniciar las relaciones sexuales, siempre deben ser consensuadas/legales. Es importante también estar preparados psicológicamente para que ambas personas involucradas comprendan que es un acto de responsabilidad y libertad.
El sexo no es como sucede en las películas
Para las personas adultas que se enfrentan a interrogantes de la sexualidad deben saber que la mejor manera de ser responsable es afrontar el tema. Evitarlo solo hará más complicado entender con responsabilidad la sexualidad. El sexo está en todos lados y forma parte de nuestra vida -que esto no se confunda con un festín sexual-, sino como un acto natural del ser humano en el que intercambia afecto con un ser deseado y mutuamente correspondido.
La mejor forma de asumir una responsabilidad y no tenerle miedo a los peores escenarios -como embarazos no deseados y contagio de ETS- es teniendo la información a la mano.
También vale la pena recordar que el sexo no es como en las películas. Si bien puedes obtener ideas -que pueden ser negativas o positivas- y también cierto placer, con el tiempo estarás llenándote de una falsa idea de lo que significa una relación sexual y también, otros efectos que no te serán tan agradables.
Efectos negativos del porno en el sexo
Por si fuera poco, los efectos negativos del porno en el sexo son muy complicados de tratar. A largo plazo, el porno parece provocar disfunciones sexuales. Especialmente en forma de incapacidad para conseguir erecciones o para alcanzar el orgasmo al mantener relaciones con otra persona.
De la misma manera, el grado de satisfacción con la relación y el compromiso con la pareja también pueden verse afectados.
El porno es dan dañino que estudios demuestran los efectos que ocasiona en el cerebro de quien lo consume. La Universidad de Cambridge, concluyó que el cerebro de aquellas personas adictas al porno reacciona de la misma forma en la que lo hace el de las personas adictas a las drogas.
También se menciona en el estudio que el exceso de porno causa otros problemas en la vida de estas personas.
El 50% de los participantes del estudio con una media de 25 años presentaban problemas para tener erecciones con sus parejas. Esto a pesar de poder tenerlas mientras veían pornografía.
Efectos negativos del porno: ¿Por qué la pornografía causa daño en el cerebro?
Además, los efectos negativos del porno en el cerebro van directo sobre el sistema de recompensa y estimulación en la masa gris. La pornografía causa tanto daño en el cerebro porque según los investigadores, todos estos daños podrían deberse a una intensa estimulación del sistema de recompensa del cerebro. Este se activa frente a un estímulo externo y se encarga de liberar los dos neurotransmisores -la dopamina y la oxitocina- responsables de las sensaciones placenteras.
Esto nos indica que al alterarse las transmisiones de dopamina, se puede facilitar la depresión y la ansiedad. Los resultados obtenidos de ese estudio indicaron que los consumidores de pornografía manifiestan más síntomas depresivos, una menor calidad de vida y una salud mental más pobre que aquellos que no ven porno.